Capcom lo ha vuelto a hacer con el número cuatro y el próximo puede ser el remake de Code Verónica. Se proclaman reyes absolutos de los remakes dentro de su catálogo. Y parece que el público cada vez es menos reticente a estas aventuras de remozamiento para crear en la nueva generación algo nuevo sobre lo ya inventado. El ejemplo de Dead Space es claro y el éxito rotundo. En el caso de Resident Evil 4, al igual que en Dead Space 2, en su día los acérrimos seguidores bombardearon las redes con quejas sobre la deriva que estaba teniendo la franquicia, decantándose más hacia la acción y dejando en segundo lugar los momentos de terror.
Los puristas son así, disfrutaron de Raccoon City y se hicieron fans, pero el cambio hacia nuevos territorios y, lo que es más, la modificación de vista aérea trasera en tercera persona por una más cercana tras el hombro del personaje León, tuvo disparidad de opiniones y muchos dejaron de lado al survival horror por excelencia. Es que somos animales de costumbres. Pero dieciocho años después, podemos verlo todo desde otra perspectiva y darnos cuenta de la innovación que Capcom estaba imprimiendo en el juego para demostrar el camino que tendría la acción en el futuro.
La pinceladita que colmó el vaso en nuestro país fue que, tras la peculiar apuesta de trasladar la trama a una aldea española, sus oscuros habitantes estaban doblados al español latino. Un error solventado en Resident Evil 4 Remake que ahora se publica.
Vamos con esta espectacular entrega que sin duda alguna es un título que podría entrar dentro de las listas a mejor juego del año, si es que los jurados considerasen los remakes al mismo nivel que los juegos nuevos. Todo está por ver, aunque Final Fantasy VII remake obtuvo el Gotty al mejor juego de rol en 2020.
Rescatar a la hija del presidente de EEUU
Después de las desventuras acaecidas en Raccoon City, nuestro protagonista de moderno corte de pelo, Leon Scott Kennedy, ya considerado como un experimentado policía, es adiestrado para llevar a cabo una misión absolutamente misteriosa: rescatar a la hija del mismísimo presidente de los EEUU. Secuestrada en algún misterioso lugar de la España profunda. Así empieza la aventura en busca de Ashley, a bordo de un coche de la Policía Nacional y con cero pesetas en nuestro inventario. Los dos policías encargados de escoltarnos son las dos primeras víctimas que caerán después de nuestro primer sobresalto. Hemos llegado a una aldea rural que podría ser perfectamente la que recorrimos en Village pero sin nieve.
La diferencia está en que la amenaza viene directamente de los aldeanos y aldeanas con mandil. A la voz de «forastero», podemos temer lo peor. No son hordas de zombies pero casi, porque alguno de ellos sigue acechando después de haber sido eliminado y a pesar de tener la cabeza semi amputada a la altura del cuello. Por la cabeza de Leon pasa lo mismo que por la nuestra: ¿qué ha pasado aquí? Los aldeanos me atacan como si estuviesen abducidos por un ente superior sin que exista cartel alguno que ponga precio a mi cabeza. Son las denominadas «plagas», que poseen las mentes para convertir los cuerpos en instrumentos de destrucción de extraños. Una atmósfera que está más cerca de un sacrificio litúrgico de misa negra que de un virus zombie.
En esta nueva entrega con buenos retoques en gráficos y escenarios, Leon puede agacharse, manejar las armas de una manera más fluida teniendo mayor movilidad y recursos, como disparar a las piernas para inmovilizar al enemigo y luego rematarle en un ataque cuerpo a cuerpo para economizar munición. El cuchillo es muy efectivo en esos casos, pero se va deteriorando y necesitaremos encontrar al comerciante para que nos lo repare.
Ahora, después de asignar el armamento y los objetos a la cruceta, hasta ocho podemos disponer en cualquier momento de la contienda, con un solo clic podemos equiparnos sin tener que pausar y buscar en el inventario. Los enemigos van transformándose en más terroríficos y letales, por lo que nuestras estrategias en los ataques también deberán acomodarse para nuestra supervivencia. Usando por ejemplo objetos del escenario como los candiles que al dispararles pueden caer encima del enemigo y así quemarle.
‘Resident Evil 4 Remake’ y la España rural
El castillo, el lago, la torre del reloj, un sinfín de localizaciones en donde explorando podremos encontrar tesoros que nos brindarán muchas pesetas al venderlos, desafíos que también nos brindarán recompensas y desbloqueables que obtendremos al completar algunos de los capítulos. Todo ello con el objetivo de escoltar a Ashley y ponerla a salvo de los salvajes aldeanos españoles que, a falta de pilón, disponen hasta de energúmenos con sierra mecánica al estilo La matanza de Texas y de seres demoniacos como los voladores denominados Novistador, el monstruo del lago, una especie de Nessie con dientes de tiburón, o los temibles jefes finales con protuberancias variadas que son de todo menos guapos.
Pero tranquilos, nuestro arsenal puede enriquecerse hasta con lanzacohetes. Y para los más exigentes, esos que siempre dicen que es demasiado fácil, una vez superado el juego, contamos con el modo «nueva partida+» para que los más hardcore disfruten con un exigente modo profesional.
Un próximo DLC incluirá el modo mercenarios para acabar con hordas de enemigos a contrarreloj.